martes, 22 de agosto de 2017

15 RAZONES POR LAS QUE URGE REVOCAR A PEÑALOSA

  • 15 RAZONES POR LAS QUE SE DEBE REVOCAR A PEÑALOSA URGENTEMENTE:
  1. LA PRINCIPAL. Le va a quitar a las futuras generaciones la posibilidad de un medio ambiente sano, convirtiendo la Reserva Thomas Van Der Hammen en una urbanización, una gigantesca mole de cemento, de la que solo se beneficiarán algunos de sus secretarios, que tienen predios allí, y varios contratistas que aportaron dinero a su campaña. Aunque diga que es un potrero, la VDH se respeta.
  2. Quiere vender a toda costa, y por un precio 300% inferior, nuestra Empresa de Teléfonos de Bogotá. Una empresa no solo muy rentable sino muy estratégica para las comunicaciones del futuro. Dice Peñalosa que sin esa venta se afecta el presupuesto de educación y salud. Le preguntamos entonces: ¿Cómo hizo el anterior alcalde para aumentar esos presupuestos sin venderla y al contrario, inyectando 2.6 billones para su modernización en fibra óptica?
  3. Privó a los Bogotanos de tener un metro subterráneo a la altura de los mejores del mundo, que ya tenía estudios de tercera fase, que ya estaba listo para licitar. Se atrevió incluso a vociferar, con su patanería disfrazada de sarcasmo, que lo había diseñado alguien mientras se cepillaba los dientes. Hará en cambio, si alcanza, un metro aéreo, de los que él mismo rechazó en varios tuits de años anteriores por su falta de estética. Un Metro feo que devaluará las propiedades por donde pasará y se convertirá en basurero, refugio de malhechores, y muro de varios kilómetros para los afiches de los políticos. 
  4. Quiere, contra toda lógica, meter Transmilenio por la Séptima. Eso no cabe si no en su terca cabeza. Es una avenida angosta donde ya no caben, desde hace 10 años, ni los carros particulares. Sabemos de sus vínculos con la empresa que vende los buses pero ya basta de atrasar a Bogotá. TM ya cumplió su ciclo. Es feo, está saturado, contamina, es incómodo para los usuarios, genera trancones. Por eso los están acabando en otras partes del mundo como en Chile y la India. Deje que Bogotá se modernice, señor Peñalosa. Déjenos respirar un aire más puro. Para eso están los trenes eléctricos.
  5. Quiere meter Transmilenio por las vías Férreas. Absurdo. El mundo al revés.
  6. Echó para atrás los acuerdos que tenía Bogotá con el departamento de Cundinamarca y la Nación para hacer el tren de cercanías que conectara a la capital con los municipios vecinos.
  7. Desbarató avances en la contratación de tranvías eléctricos por las avenidas 68 y 7a.
  8. Saca pecho inaugurando las obras que dejó el anterior alcalde, como el metro cable para Ciudad Bolívar y varias vías y colegios. Y aunque no tiene la gallardía de reconocer su autoría, sí critica y sin fundamento cada cosa que hizo aquel.
  9. Bajó el presupuesto de la salud. Delicado. Se ha traducido en aumento de muertes de recién nacidos y aumento en la tasa de mortalidad en menores de 5 años. Ahora hay menos ambulancias, menos camas disponibles. Pero tendremos que conformarnos con su pobre filosofía: "En todas partes del mundo la gente se muere esperando una ambulancia".
  10. Bajó el presupuesto de educación. Más delicado aún. Se traducirá en un futuro en mayor delincuencia.
  11. Ha subido tarifas de Aseo, Transmilenio, parqueaderos, luz, agua.
  12. Está otorgando contratos a varios donantes de su campaña, lo cual constituye un delito. Por ejemplo, Jesús Acosta de constructora AIC donó 20 millones a su campaña y recibió un contrato por 927 millones del Fondo de desarrollo local de Los Mártires (Los mártires son los ciudadanos que pagan impuestos). Luis Lozano de TerraFranco y Flores Ipanema, donó 40 millones y recibió dos contratos por valor de 1.215 millones. Uno de la Sec. de seguridad por 471 millones y otro por 744 millones de la Sec. de Planeación. Hay más.  
  13. Cada que la ciudadanía protesta, con justa causa, manda su escuadrón represor (Esmad) a romperles la cara. Pasó con discapacitados, con maestros y recientemente con campesinos de la zona del botador de Doña Juana quienes deben convivir con millones de moscas y ratas o quedarse callados.
  14. Es prepotente, arrogante, no escucha a la ciudadanía con la excusa de que no todos votaron por él. Se equivoca, según encuestas, lo desaprueba casi la ciudad entera (entre un 80 y un 90% de desaprobación a su gestión) lo que obliga a pensar que en ese margen están por lo menos la mitad de quienes votaron por él.
  15. Odia el arte callejero. Manda a borrar las obras que muchos artistas han regalado a la ciudad empleando meses y mucho dinero para hacerlas. Es un articidio del cual ya están dando cuenta varios medios internacionales. Y lo más grave del asunto es que en una de las fotografías del grafiticidio que circulan en tuiter aparece una niña de unos 9 años acompañando a sus padres a borrar una obra de arte. ¿Qué le están enseñando a esa criatura?

Existen más razones como la corrupción en alcaldías locales y el haber quitado el servicio de bicicletas por la séptima, o su manguala con varios Concejales de Bogotá a cambio de puestos, pero digamos que estas son las principales. Se avecina una elección para revocar al alcalde, si es que no se dilata más el proceso, y debemos salir a revocar al alcalde. Con contundencia. No podemos quedarnos en casa. Tenemos que salir a votar para alcanzar el umbral. Es el futuro de varias generaciones lo que está en juego. At: Fundación Manos Limpias Colombia.

domingo, 16 de julio de 2017

LAS 543.000 MENTIRAS DE URIBE

LAS 3 MILLONES 380 MIL MENTIRAS DE URIBE

Si tiene tiempo, vaya al buscador de Google y escriba: las mentiras de Uribe. Le aparecerán 3,380,000 entradas. Nada exagerado para la avalancha de mentiras, calumnias y difamaciones con las que suele enlodar a quienes lo controvierten y las imprecisiones y tergiversaciones con las que vive enredando a su fanaticada, que en realidad es grande.

Por ejemplo, Uribe dijo que el periodista Daniel Coronel de la revista Semana era un narcotraficante. Dijo también que el columnista de El Espectador Yahir Akerman era del ELN. Ha dicho que el periodista y ahora concejal Hollman Morris era un terrorista de las FARC. Al periodista Jorge Ramos de Univisión lo dejó plantado cuando este no le preguntó lo que él quería que le preguntaran. Del Periodista Francés Romeo Langlois dijo que le daba mucha desconfianza. Del periodista Julián Martínez de Noticias Uno dijo que era de las Farc. Al corresponsal Salvador Castellanos de Univisión se le escapó de una entrevista en curso por preguntas “incómodas”. Ahora le dice al columnista de Revista Semana Daniel Samper Ospina que es un violador de niños. La tapa de todas las calumnias. 

La lista es larga y tan evidente es su desprecio hacia la libertad de prensa que periodistas simpatizantes de sus ideas como Claudia Gurisatti, Hassan Nasar, Salud Hernández y Juan Lozano, ya le exigieron ponerle fin a sus excesos.  

De Santos dijo que había financiado su campaña con dinero del narcotráfico pero no interpuso la denuncia ante el Fiscal sino ante su amigo, el Procurador Ordóñez.  

A los colombianos les dijo que les iban a quitar sus pensiones para poderles pagar a las FARC, que los guerrilleros nunca iban a entregar las armas, que Timochenko sería presidente y también se fue a foros internacionales a decir mentiras sobre la economía de Colombia y a despotricar sobre el proceso de paz. En todo más serio que el que él hizo con los paramilitares, incluidas varias falsas desmovilizaciones.

A las madres de los jóvenes hechos pasar por guerrilleros, por cuya culpa (presionar a los militares por resultados) fueron asesinados más de seis mil, les dijo con toda la infamia que cabe en su boca, que ellos, los famosos falsos positivos “no estarían recogiendo Café”. Se refería a los muchachos inocentes que su ejército vistió de guerrilleros y asesinó vilmente para mostrar a la prensa que estaba ganando la guerra.

Miente, calumnia y difama a quien lo enfrenta o lo cuestiona con argumentos. Es un cínico descarado de marca mayor porque nadie como él tiene un rabo de paja tan gigante. Sus dos edecanes personales presos por narcotráfico, dos ministros presos por comprar su reelección y uno más por regalar plata a ricos terratenientes, entre ellos el mismo Uribe. Sus dos directores de el DAS presos, uno por asesinar opositores y poner el DAS al servicio de los paramilitares y la otra por chuzar a periodistas y magistrados de la Corte Suprema. Su hermano está preso por paramilitarismo, su sobrina presa por narcotráfico, sus hijos multimillonarios por el negocio de las Zonas Francas que propiciaron funcionarios suyos desde su gobierno.  Es un populista rencoroso y peligroso que soporta su vileza en una horda de tuiteros, muchos de ellos pagos, algunos periodistas sin ética y un aparato de justicia miedoso y arrodillado a sus tentáculos de poder.

Uribe hace ver como verdades sus mentiras (Postverdad). Sus casi 5 millones de seguidores en las redes sociales creen cada cosa que dice y obedecen sus órdenes sin cuestionarlo. Tanto que ya hay una campaña para elegir en 2018 a quién Uribe designe, sin importar quien sea. Su poderoso aparato de propaganda promueve sus mentiras a velocidades aterradoras pero no sus ya varias rectificaciones. De hecho la Corte Suprema sentencio que: “El lenguaje agresivo es una manifestación de violencia. Y usado por un líder político en cualquiera de las redes sociales puede llegar a ser identificado por alguno de sus seguidores como una invitación, o por lo menos, como una autorización velada al uso de la violencia física contra el destinatario del trino o del discurso descalificador”.


Entonces, señores Magistrados de la Corte Suprema, si este señor es reincidente y ahora ha vuelto a reincidir de la manera más vil, por qué no toman acciones. ¿Cuál es el miedo? ¿Es intocable? Pues díganlo de una vez por todas. ¿Es impune? Pues díganlo de una vez por todas? ¿Le tienen miedo? Es válido. Entonces renuncien a sus cargos para que jueces valientes y con pantalones llamen al orden a todos los colombianos por igual sin distingos de poder de intimidación. Basta ya de llamados de atención. Este señor, como dijo Samper Ospina, su última víctima, no está por encima de la ley. O si lo está pues conviértanlo en jurisprudencia: El señor Alvaro Uribe puede decir lo que quiera, de quien quiera, como quiera, a la hora que quiera y nada de lo que diga podrá judicializarse porque él está por encima de la  ley. 

Gustavo Bolívar